Vivo cosiéndote unas alas bellas y de gran alcance. Dicen que el peligro de dar alas es que luego vuelen sin ti. Asumiré el riesgo. Llámame loca, pero no hay nada más inspirador que verte volar. Aun así te diré: volemos juntos, sin miedo a las alturas. Volemos juntos, sin un destino final. Déjame ser el viento en el que planeas o la arena donde paras a descansar.
Viajar, vivir, reír, llorar; contigo a mi lado.
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Me ha gustado mucho. Es curioso, porque justamente acabo de escribir algo sobre las ganas de volar del ser humano, que se puede leer desde un punto de vista metafórico, y me he encontrado con tu escrito. Sigue escribiendo así y pásate por mi blog si quieres. ¡Un saludo!
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Muchas gracias, Aitor! Ahora mismo voy en busca de ese texto tuyo 🙂 Siempre es un placer!
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Me gusta tú trabajo. Me gustaría que te comunicarás conmigo a mjmoczo1991@gmail.com tengo una propuesta para tí.
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Que bien se sienten esas alas hechas por la costura de tus manos. Con cuánta perfección se mueven a mis espaldas. Te diré que haré si tú me las regalas. Mirando al cielo, daré pequeños saltos, sobre la tierra que me sostiene, luego antes de buscar los aires, me sujetaré a tu mano para animarme a volar contigo porque solo tú sabes la especial motivación que las hace moverse.
Y así equipado con el consejo de tu inspirador murmullo; Te diré ¡No tengas miedo! he ejercitado mi voluntad para conquistar las alturas junto contigo. Así, alado, sin el gran peso de los pesares ni las cadenas templadas de los temores te diré; Vuela conmigo, vive conmigo, ríe conmigo, llora conmigo, ahora que la libertad nos acompaña.
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♥️
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